HABACUC: LA HISTORIA EN LAS MANOS DE DIOS - ¿Por
qué, dice Habacuc tengo que clamar ¡violencia!, y no obtengo
respuesta? He aquí el gran problema de la oración que no obtiene
contestación. Tenemos aquí el caso de un hombre que está
preocupado por su nación porque ve que todo sale mal. El pueblo
vive sumido en la maldad; hay inquietud, violencia, injusticia y
opresión por doquier.